BARRIO DE LA HOYA
El Barrio de la Hoya es uno de los barrios más antiguos de Vejer, y su historia se remonta a siglos atrás. El término «hoya» se refiere a una depresión geográfica o una cuenca, y se cree que el nombre del barrio proviene de la topografía particular de la zona. Este barrio ha sido testigo de los cambios y eventos históricos que han ocurrido en Vejer a lo largo de los años.
El Barrio de La Hoya es también llamado “El Barrio de las Macetas”, iniciativa creada por vecinos y comerciantes en el año 2019, en la que se propuso llenar las fachadas de macetas de colores en degradado al ayuntamiento.
La propuesta se llamó “La Hoya por amor al arte”, se pretendía, además de colocar las citadas macetas para darle una identidad diferente al barrio; realizar exposiciones de pintura y escultura, y otras propuestas culturales como conciertos, proyección de cine…Quedando paralizadas por la pandemia.
A día de hoy la mayoría de las macetas continúan, y no te puedes perder los conciertos de flamenco en la Plaza de La Paz.
APARTAMENTOS Y ESTUDIOS CON ENCANTO
El Barrio de la Hoya presenta una arquitectura típica de los pueblos blancos andaluces. Las casas en este barrio suelen tener fachadas encaladas que reflejan la luz del sol, lo que contribuye a la imagen característica de Vejer como un pueblo blanco resplandeciente.
Uno de los elementos arquitectónicos más notables en el Barrio de la Hoya es la presencia de patios interiores. Estos patios a menudo están rodeados de columnas y están decorados con macetas de flores y plantas, creando un oasis de frescura y vegetación en el clima cálido de Andalucía. Los patios son lugares donde las familias se reúnen, socializan y disfrutan de la vida al aire libre, lo que refleja la importancia de la comunidad en la cultura andaluza.
El Barrio de la Hoya es una parte activa de la vida diaria de Vejer. A pesar de su antigüedad, sigue siendo un lugar donde las personas viven y trabajan. Los lugareños han mantenido viva la tradición de este barrio, y es común ver a residentes locales cuidando de sus casas y patios con orgullo.
Además de las viviendas, el barrio también alberga pequeños comercios locales, como tiendas de comestibles y bares, que son lugares de encuentro para la comunidad. Estos negocios ofrecen una visión auténtica de la vida en Vejer y permiten a los visitantes experimentar la calidez y la hospitalidad de los habitantes locales.